Luke
La noche caía y con ella la lluvia que empaparía
a cualquier persona, objeto o animal que se le cruzara en su camino. Luke, un
joven que para muchos había experimentado tanto a su corta edad de 18 años, se
encontraba caminando tras esa lluvia sin nada que lo resguardase de ella. Mientras
caminaba pensaba en el porque la gente se preocupaba por lo que le llegase a
pasar o suceder, no entendía lo bueno que el podría tener para que se fijaran
en tan semejantes detalles de su vida diaria. No negaba que hubo un tiempo en
el cual se sentía alagado, pero con el transcurso de los años esto ya se había
vuelto muy empalagoso y más si cada vez tenía que fingir una sonrisa para que
lo dejasen de molestar.
Sin darse
cuenta, tropezó con una peculiar persona totalmente protegida de la lluvia.
“Lo que me faltaba” pensó mientras se disponía a
disculparse.
─ Lo lamento señora Win, no prestaba atención.─
contestó mientras en su cabeza se le ocurrían mil maneras de irse antes de que
aquella mujer le hiciera la gran plática de siempre.
─ ¡Oh! Pero si eres tu querido Luke. Descuida
muchacho, no hay por qué disculparse. Por cierto, me entere que el señor Parker
te ha dado trabajo, debe de ser algo totalmente bueno.
Aquí va de nuevo.
─ Bueno, es un trabajo sencillo. ─ sin decir más,
se disponía a terminar ahí la plática, ya se le había hecho tarde como para aun
tardarse más de lo normal. –Agradezco sus palabras, pero debo retirarme. Ya es
un poco tarde y aún tengo camino por recorrer.
Sin dejar que le contestara, prosiguió caminando
rumbo a su casa.
Su casa, aun no se hacia la idea de que el
viviera ahí, sin nadie más que él y su perro Kim.
Ryan
Ryan Dust no era un hombre de mucha paciencia y
eso lo sabía por las interminables ocasiones en que era puesta a prueba. Pero
jamás se imaginó que tendría que convertirse en tutor de una clase de chicos
que recién y se estaban convirtiendo en mayores de edad. No es que el fuera tan
mayor, pero definitivamente era mucho más responsable y sabía lo que deseaba, a
comparación de un puñado de críos pubertos.
Se dirigía a la clase del tercer año B, cuando un
joven pasaba muy rápido, más de lo normal y sin darse cuenta, este chico había pasado
a empujarlo, lo cual hizo que su humor aun fuera mucho peor.
─ ¡Tu! ─ lo
tomó de los hombros, girando al muchacho y así darse cuenta de la hermosa
mirada que posee. No es que él sea gay y esas cosas, pero la mirada de aquel
chico era muy llamativa y más con esos ojos grisáceos que ahora lo miraban
detalladamente.
─ Mmm,
¿dígame? – Luke contestó sin la mayor emoción posible. A su vez, se percató de
que el hombre que le había hablado era nuevo. Jamás lo había visto por ahí.
─ ¿Creo que
ya sabrás que está prohibido correr por los pasillos, o me equivoco?─ le
contestó mientras aún seguía aturdido por aquellos ojos que tanto lo miraban.
Aunque, ya fijándose detalladamente. Esa mirada estaba perdida, no había
alegría en ella.
Misterioso y
hermoso.
─ Sí, lo sé.
Me disculpo por ello. – dio por terminada la conversación. Se disponía a seguir
su camino, ya que esa mañana no había sido para nada alegre y tenía miles de
pensamientos en su cabeza, como para andar disculpándose por pequeñeces.
─ Ahora si me
disculpa, debo marcharme.
Y dicho eso,
se dio la media vuelta y comenzó a caminar, lejos de la vista de aquel hombre.
Ryan, lo miro
irse. Había algo en el joven que llamaba su atención y no solo era su mirada,
algo más. Pero aun no sabía y quería averiguarlo. Continuo con su camino, su
humor había mejorado y a lo mejor no era una mala idea el ser tutor en esa
escuela. Después de todo, había alguien que llamo su atención.
Luke
Luke entro al
salón, esa vez se había dirigido directo a su silla. No tenía humor de saludar
a nadie y esperaba que todos captaran su indirecta de no venir hablar con él, pero
como siempre, alguien venía a saludarlo.
─ ¡Hey, Luke!
¿Ya te enteraste del nuevo profesor que llego? Me han dicho por ahí que está
muy bien dotado, además de que es extremadamente guapo.
Lucy Halls,
de todas tenía que ser ella la que viniera con ese chisme del nuevo profesor.
Por dios, esa chica se enteraba hasta si una mosca entraba al salón.
─ Amm… ¿nuevo
profesor?─ repitió Luke, mientras frotaba ligeramente la parte de sus cienes.
Estaba muy cansado y deseaba tranquilidad, pero eso era imposible y ya debería
de estar acostumbrado.
─ Sí, al
parecer es un tutor. Ya sabes que el Profesor Gill tuvo que irse por cuestiones
de salud y su remplazo es este nuevo que acaba de llegar. ¿No me digas que no te
da curiosidad por saber de él?
“Que pare,
por favor”. Se dijo así mismo.
─ Digamos que
tengo otras cosas en las cual preocuparme Lucy, ya sabes que a mi este tipo de “noticias”
me las paso en alto.
Que se vaya,
ya.
─ Ya me quedo
claro, de todas formas deberías de ser un poco más social. Eres un chico muy
guapo y casi no hablas. Es más, podría decir que estas amargado.
Oh dios, su
estupidez me mata.
Luke, en vez
de enojarse, soltó una carcajada. Lucy sabia como ser ese tipo de chicas tan
estúpidamente bobas, que solo aparentaban ser palomitas. Por suerte, el odiaba
a estas chicas y sabia como eran realmente por dentro. Tan huecas y sin nada
adentro.
─ Bueno Lucy,
deberías de ir a contarles esto a más personas. Te aseguro que tus amigas se
mueren por saber de tu noticia. ─ sin más que decir, Luke se volteó,
ignorándola por completo.
Lucy, tenía
bastantes palabrotas que decirle a ese niñato engreído. Pero se las guardaría,
después sabría cómo hacerlo que se tragara todo y cada uno de sus “consejos”
─ Claro, querido
Luke. Tenlo por seguro. ─ y sin más, se marchó de ahí.
Luke y su mirada matadora 7u7 (?)

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